Îlet à Cabrits, una isla deshabitada de casi 38 ha, ha conservado un carácter salvaje con 3,8 km de costa. Situada en la bahía de Terre-de-Haut, a sólo 1,2 km, jugó un papel importante en la constitución del sistema defensivo, como una esclusa fortificada a la entrada de Les Saintes entre los siglos XVI y XVIII. Un siglo después, acogió una penitenciaría y un proyecto para un complejo hotelero (1960), que acabaron siendo abandonados; quedando el islote en buen estado. La vegetación recobró entonces su espacio, ocultando los numerosos vestigios de esta turbulenta historia.
Este hermoso islote también es parte del conjunto e identidad de una de las bahías más famosas de las Indias Occidentales. El contraste de los relieves, da unas amplias vistas del archipiélago de Saintes y las aguas cristalinas del mar, cuyo fondo forma un halo azul turquesa. El Fuerte Joséphine, construido en su cumbre, ofrece un amplio panorama desde el que se puede ver La Soufrière, y justo enfrente, el Fuerte Napoleón.
Rodeado de costas salvajes (arrecifes y playas), el islote presenta paisajes boscosos salpicados por algunos claros, y múltiples huellas de sucesivas ocupaciones humanas.
Caracterizado por el suelo volcánico* típico del archipiélago de Saintes, cubierto en gran parte por un bosque seco secundario* que se encuentra dominado por la presencia de Lonchocarpus punctatus (conocido como “Bois-Savonnettes” en las Indias Occidentales) y de roble blanco o peral de la Martinica (Tabebuia heterophylla). El bosque costero en Mancenilliers también alberga perales de la Martinica. Si bien el nombre del lugar tiene como origen el pastoreo de cabras, su importancia ha provocado graves daños a las plantas jóvenes del sotobosque*, impidiendo la regeneración de la cubierta forestal y amenazando la población de melón de costa (Melocactus intortus), y de cerecita (Malpighia emarginata). El sotobosque aéreo* está salpicado de arbustos y es el hogar de una diversa fauna de aves (colibrí caribeño gorgimorado (Eulampis jugularis), reinita de manglar (Setophaga petechia), vireo bigotudo (Vireo altiloquus), etc.) así como especies endémicas de Saintes como el lagarto Anolis de Terre-de-Haut (Anolis marmoratus) o la serpiente “Couresse des Saintes” (Alsophis sanctonum). Ciertas áreas más abiertas, como las sabanas de Cactus* a nivel de los acantilados, son de gran interés patrimonial debido a la presencia del melón de costa (Melocactus intortus), pero también de aves marinas protegidas (rabijunco (Phaethon sp.), charrán embridado (Onychoprion anaethetus), águila pescadora (Pandion haliaetus) ).
Si bien el islote de Cabrit debe permanecer preservado de una frecuentación masiva pues esto afectaria negativa la naturaleza, es necesario mejorar sus condiciones de acceso y descubrimiento. Se proponen tres rutas principales para llegar a Fort Joséphine, la batería de “Pointe à Cabrit” o la batería de “Pointe Bombarde”. Permitiendo el descubrimiento de los principales puntos de interés, estos senderos canalizan la asistencia del público a través de rutas seguras y evitan que los visitantes deambulen entre la maleza.